16/4/16

Muy repetible

Hacía ya unos dos meses cuando alguien me metió en el grupo de WhatsAap "Spanadians 4.0". Al entrar, me presenté y fue justo decir mi destino que una oleada de mensajes nombraban a un tal Marc. Estaba confusa hasta que me lo explicaron, y es que todos sabían de alguien que viajaba al mismo sitio, excepto él y... ¡por fin alguien iba a Campbell River! Al parecer somos los únicos en ese destino, aunque el disfrute no será menos.                                                                  
Desde ese momento, el petamiento diario de mensajes es inevitable; no callamos... Pero gracias a eso, he ido conociendo a montones de personas, diferentes pero todas increíbles. 
También contamos con la presencia de algunos ex becados, no puede faltar que cite a nuestros queridos 2.0: Andrea y Álvaro. Ambos nos cuentan experiencias propias y nos dan muchos consejos. En especial, ella, una diva total, un ejemplo a seguir; me encanta cuando nos cuenta cosillas que quedan entre las niñas. Y él... ¿qué decir del burgués más preciado? A pesar de que le encanta quedarse con nosotros y encima se harta de reír, se le coge cariño.
Y así día tras día, intercalando a veces Skype y demás.
Llegó mi ansiado fin de semana -del 8 al 10 de abril-, en el cual por fin conocería en persona a otros Spanadians; una lástima que nos separaran de los Amanciers, habría sido un gusto conocerles...
Nuestras jornadas orientativas tuvieron lugar en un hotel de Madrid. Aquí dejo un resumen de cada día...
Viernes 8
Los nervios hicieron que me levantara muy temprano.
A media mañana ya estábamos todos los sevillanos reunidos para coger nuestro ave que salía a las 12:40h. El trayecto se nos hizo muy corto, ya que no paramos de hablar casi ni para almorzar.
Llegamos a la estación de Madrid muy puntuales, justo a la hora que indicaba nuestro billete. Allí ya estaban esperando otros becados de distintas provincias. Caras conocidas y otras muchas nuevas. Tras un rato de saludos y muchos muchos besos, cogimos un autobús hacia el hotel.
Nada más llegar nos quitaron los móviles, lo cual puede sonar raro, pero hizo que nos conociésemos mejor, y la verdad que en mi caso, no lo eché en falta ni un momento.
Nos separaron en grupos para que las reuniones fueran más afectivas.
Al ser el primer día, después del viaje y algo cansados, generalmente nos presentamos todos, hicimos una actividad, cenamos y a descansar.
Sábado 9
Le podemos llamar el día de los bloques. Una reunión tras otra con pequeños descansos, en los cuales aprovechábamos para conocernos mejor. Es verdad que cada uno empatizó más con un grupo específico, pero éramos muchos y no había tiempo para conocer bien a todos.
En estas reuniones aprendimos mucho, cierto es que estaban enfocadas para nuestro viaje, pero trabajas valores que puedes aplicar perfectamente en tu día a día.
Destacaron el almuerzo y la noche.
Para empezar, la comida con el presidente de la FAO, con el que se sentaron un representante por grupo. Uno de ellos Nacho, menudo personaje. Cuando estaba dando un discurso, coge el muy espabilado y se lleva la copa del hombre a la boca; no se dio cuenta menos mal; pero cuando se sentó de nuevo e iba a beber, se lo dice ¡qué pavo! Risas y más risas.
Y por último la noche. Después de un percance con el ascensor, era el turno de "los albatrosianos". Cinco componentes de cada grupo se marcharon de la cena, Todos poniendo excusas no muy creíbles. Cuando nos dirigimos a nuestras respectivas salas lo comprendimos todo, estaban disfrazados representando una cultura. Al principio daba sensación de machismo, las mujeres en el suelo y dándoles de comer a los hombres. Al acabar, nos explicaron que era todo lo contrario, la mujer era la única que podía tomar contacto con la madre naturaleza y por tanto los hombres no podían tocar nada que viniera de esta. Digamos que fue como un shock. 
La finalidad de esta actividad era comprender que no debemos juzgar de primeras, y menudos palos nos llevamos...
Domingo 10
Y último día... Preparamos las maletas y fuimos a desayunar. A nuestra sorpresa vinieron algunos ex becados de Madrid, entre ellos Álvaro (está hasta en la sopa). Al terminar el desayuno nos dirigimos a la última reunión, en la que cada grupo estaba con un ex becado que nos contaba su experiencia y nos ayudaba con las dudas. ¡Qué majos todos!
Terminamos y todos firmándose unos a otros las libretas. Un ratito libres y llegó la despedida. Odio eterno a las despedidas. Muchos llorando y todos apenados, pues la mayoría no nos volveremos a ver hasta el 31 de agosto...
Cogí el ave de vuelta junto con el resto de sevillanos y otros andaluces; nos fuimos los primeros de todos. ¡Qué sensación de vacío más grande me vino al verme de camino a casa!
Espero una "makroquedada" en verano, necesito veros.

Equipo rosa
Con algunos ex becados
Daría lo que fuera por volver a vivir esos días. ¡Sois todos geniales!